domingo, 1 de noviembre de 2015

Retorno de "El Creacionista"- Cuento nuevo: "El Mendigo de la Sabiduría"

Después de un período de reposo "El Creacionista" vuelve a publicar en este día especial de: "Todos los Santos".

Sin duda que los miembros de nuestra sociedad que más nos causan sentimientos son los mendigos. Nos provocan a compasión o al rechazo, sobre todo si vemos que es un joven, y atenuamos este rechazo si nos inspira otro sentimiento más noble, si se trata de un anciano o anciana.

En el fondo todos tenemos algo de ellos, todos pedimos algo... desde que nacemos hasta que morimos. Lo que solicitamos nos den en muchas ocasiones es: en justicia, pues un bebé llora para que le den de comer... El niño pide unas monedas para irse a comprar una golosina. Y los adultos pedimos también que cooperen con nosotros para que nos respalden en dar... Y así es un ciclo vital: dar-recibir.

El pedir no está restringido a los  pobres... todos... todos pedimos... Así seas rey o reina. Empresario o artista. Obrero o campesino. Maestro o alumno. Padre o hijo. Madre o hija. Todos pedimos algo y no me restrinjo a lo material... Puede ser hasta una simple sonrisa :) ¡Y vaya que en ocasiones nos cuesta trabajo sacarla de alguien! Pues si es forzada no vale...¡je, je!

Te pongo el ejemplo de Diógenes de Sínope. Un antiguo filósofo griego que vivió de una manera extremadamente sencilla.

Fíjate un poco en su manera de pensar:
"Elogiaba (hablaba bien) de aquellos que pudiéndose portar mal no lo hacían"

Su vida fue tan sencilla que no le importó vivir en comodidades. Un día lo visitó el rey Alejandro Magno y Diógenes sólo le contestó que se hiciera a un lado porque le estaba impidiendo que a él le diera el sol. No le pidió monedas, ni alimento, ni agua o que lo invitara a su palacio. Le pidió algo que todos los mortales lo podemos hacer: dar unos pasos para no estorbar...

No podemos negar que su filosofía "choca" con nuestra civilización y cultura actuales, pero lo que podemos sobresaltar es la sencillez con la que vive y así es feliz. 

Me despido con la frase: "No es pobre el que carece de bienes, sino el que desea muchas cosas inútiles y por ello es infeliz".

Que tengas un excelente día y bienvenido, bienvenida al nuevo cuento: 
"El Mendigo de la Sabiduría". 



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