Aunque la Edad Media fue un período obscuro de la historia tuvo la gracia del florecimiento de la más sólida mística. Ante tantos temores (fundados e infundados) el hombre medieval necesitó del poder de la bendición de un anciano para contrarrestar enemigos espirituales y la desdicha.
En nuestro cuento "Caballero Corazón Vacío" encontramos un momento de bendición a uno de nuestros héroes.
Todos quisieramos ser portadores de una bendición. Y, - aunque no aparece en nuestro cuento la bendición de San Francisco - "El Creacionista" incluye una para ti lector(a) que lees estas breves líneas:
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